El poder de los microchips para animales

Cada año, más de 10 millones de mascotas desaparecen solo en Estados Unidos, y tristemente, menos del 20 % de los perros perdidos y apenas el 2 % de los gatos perdidos son devueltos a sus dueños. Para los propietarios de mascotas, la idea de perder a un perro, gato, conejo o incluso una mascota exótica querida es una pesadilla. Pero existe una solución sencilla y comprobada que convierte la angustia en esperanza: los microchips para animales.

¿Qué es un Microchip para animales ?
No es un rastreador GPS, ni un dispositivo voluminoso que sobrecargue a tu mascota. Un microchip para animales es un pequeño transpondedor del tamaño de un grano de arroz (¡solo 11 mm de largo!) que se implanta de forma segura bajo la piel de tu mascota, generalmente entre los hombros, mediante una inyección rápida y indolora (similar a una vacuna rutinaria). Sin baterías, sin necesidad de carga, sin molestias para tu mascota.

Cada microchip contiene un número de identificación único de 10 a 15 dígitos, vinculado a tu información de contacto (nombre, número de teléfono, dirección) en una base de datos segura y consultable. Cuando encuentran a una mascota perdida —ya sea en un refugio, clínica veterinaria o por un desconocido amable—, utilizan un escáner portátil para leer el número de identificación del microchip. En cuestión de minutos, pueden buscar tus datos y volver a reunirte con tu amigo peludo.
Por qué cada mascota necesita un microchip (¡incluso las mascotas de interior!)

Quizás pienses: «Mi gato nunca sale afuera» o «Mi perro siempre va con correa», pero los accidentes ocurren. Una puerta entreabierta, una pantalla de ventana rota, un susto repentino que hace que tu mascota salga corriendo... un momento de descuido puede desencadenar una búsqueda desesperada. Los collares y placas pueden caerse, ser masticados o retirados, pero un microchip es permanente y permanece con tu mascota de por vida.
Así es como los microchips cambian las cosas:
Aumentan drásticamente las tasas de reencuentro: estudios muestran que los perros con microchip tienen 2,5 veces más probabilidades de ser devueltos a sus dueños que aquellos sin microchip. ¡Para los gatos, la diferencia es aún mayor: los gatos con microchip tienen 20 veces más probabilidades de ser reencontrados!